Sebastian con la camiseta de su actual club

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martes, 9 de septiembre de 2014

Abreu, un crack, dentro y fuera de la cancha.

El loco, deja su marca en cada club que pasa, no solo por sus goles, sino por su forma de ver el fútbol, de analizarlo.. A continuación, algunas declaraciones de Abreu dónde muestra su gran capacidad de ver las cosas y expresarlas.

"Son decisiones en la vida. Si salís con el auto pensando que vas a chocar, vas a chocar. Eso es posicionarse mentalmente en forma negativa. Si vas a patear un penal pensando que lo vas a errar, lo vas a errar. Todo parte por la convicción, por no traicionarla y por creer que en ese momento la mejor forma de engañar al arquero era picándola. Es importante la confianza, que nadie le decía a nadie cómo había que patear, existía total libertad."
"Con Tecos peleábamos el descenso, faltaban dos fechas. Si lo hacíamos, empatábamos y mi análisis fue: penal sobre la hora, por el descenso, Cristante pensará que lo voy a asegurar. La piqué y me lo atajó. Me mataron. El periodismo y gente del club. La fecha siguiente decidíamos quién bajaba, si nosotros o el Puebla y faltando 15 minutos metí un cabezazo cruzado al ángulo, ganamos 1-0, nos salvamos y todos esos que me mataban se dieron vuelta. No me peleé, no soy de pelearme, pero tengo personalidad y les dije: “Si antes era un villano ahora no soy un héroe. Soy esto: tómalo o déjalo. Disfruten que el equipo sigue en primera, pero yo me voy”. Me ofrecieron renovar, pero yo miro mucho la parte humana, no me como la hipocresía del fútbol: si fui un hijo de puta una semana atrás, no puedo ser un fenómeno la siguiente."
"En Botafogo pasé del “¡qué vergüenza, qué falta de respeto!”, porque en la televisión dijeron eso, al “¡qué personalidad, qué coraje, qué jugador!”. Esa es la hipocresía que no tolero del fútbol."
"Prefiero 10 veces el “me equivoqué” y no una vez el “si hubiera”, porque te quedás con la intriga."

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En otros países me tocó convivir con periodistas que no sabían cuál era mi estilo de vida y por un partido mal jugado utilizaban el apodo para tergiversarlo. Y ahí es cuando tenía que poner los puntos, porque si errás un gol y escriben “Por algo le dicen Loco...”, no tenés idea, no prejuzgues."

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Dejar de ganar 1.800.000 dólares por año para ganar 600 mil. No me preguntes dónde ni cuándo, pero tenía ese contrato y lo rescindí por sentimiento."

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Entraba al área gritando “están con miedo porque los voy a clavar” o “llega el tsunami del área”, psicología con humor. O decirle a un rival: “Disfrutá el fútbol, ¿por qué con la espuma en la boca, si lo más lindo es jugar?”."

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Pueden decirme hasta que soy cagón, odio la violencia física, nunca me peleé con nadie porque no me sale. Una vez, en Brasil, me saltó la térmica, pero lo único que hice fue abrazarlo al otro, no le pegué, nos caímos al piso y ahí me dieron bomba."

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No tengo cábalas, tengo tradiciones. Está mi santuario, que es la camiseta que llevo abajo, para que me acompañen mis seres queridos. Después, voy en contra de cierta lógica: uso la 13 que nadie quiere, entro al campo con el pie izquierdo en vez del derecho..."

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